lunes, 19 de enero de 2009

Los extraños


Un tal Bryan Bertino dirige esta película. Este señor debía tener contactos importantes en el mundo del cinema para contar en su primera película con Liv Tyler y Scott Speedman, o eso creo yo. Porque la historia se las trae. Y ojo, no digo que esté mal, al contrario. Esta película nos devuelve tres figurines dignos de aparecer en el olimpo de los seres terroríficos a recordar. Junto a Freddy Krueger y Jason Bates por nombrar dos. Menudos espantajos.

Bueno, el caso es que es una pareja que está atravesando una crisis sentimental, y en vez de pasarla en su casa se desplazan a una parcelita en una urbanización en el quinto pino, sin vecinos y sin nada. Y allí son acosados por estas buenas piezas.



Lo que más me gustó es el tratamiento de los malvados. Tras quince minutos (o un poco más) sin que nada suceda, nada reseñable, aparecen estos individuos, que no hablan, a excepción de la niña que pregunta por una tal Tamara, y suelta una respuesta antológica. Si no habéis visto la película no sigáis leyendo, pues destripo cosas. La respuesta a la pregunta, "¿porqué nos haceís esto?" es "porque estabáis en casa".¡ Catacroked!



Bueno, el caso es que a los acosadores no se les ve la cara en toda la película. Hay un momento que se despojan de sus máscaras, pero la cámara se pone a sus espaldas. Tal y como sucedía con el "caradecuero" de La Matanza de Texas, este recurso de no mostrar, poco usado en la actualidad, asusta más que cualquier otra cosa. Al principio se dice que está basado en hechos reales. No se yo, aunque en el sur de los estates son capaces de cualquier cosa. Así se mantiene el halo de misterio de la cinta. Y el que espera un final feliz, se da de bruces. Porque el final es bueno, con la frase de la niña: "la próxima vez será más fácil" (¿Habrá segunda parte?). Y la escena de los cuchillos final... de escalofrío. Según cuentan, la versión del director alarga este momento unos cuantos segundos más, para que sufran, víctimas y público. Los actores corrientitos, aunque se agradece que sean rostros conocidos, ¿no les parece?. Por supuesto, los golpes de efecto y sustos por doquier salpican todo el metraje, pero no me parecen de lo mejor, con contadas excepciones son previsibles y muy vistos.

El caso es que el director se quería descargar con una película de miedo de las que "ya no se hacen", a lo setenta, y creo que lo ha conseguido contra viento y marea. Ni happy ending ni leches, ¡¡que vivan los extraños!! .

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